Salud y bienestar

Es interesante considerar la diferencia entre salud y bienestar. La sociedad actual entiende el término "salud" como ausencia de enfermedad física sin considerar los factores psicológicos y sociales, mientras que "bienestar" se entiende como la ausencia de malestares físicos, emocionales, espirituales, existenciales y sociales , o sea, la plenitud del ser visto desde un enfoque biopsicosocial.

Existen muchos ejemplos de persona que , aparentemente, gozan de buena salud corporal y, sin embargo, no son plenos, en cambio habrá personas que sufran alguna discapacidad corporal y, aún así, vivan felizmente. Pese a que la salud implica plenitud, los occidentales a menudo adoptamos un punto de vista cartesiano y tratamos el cuerpo y la mente como si fuesen dos entidades distintas. En ese caso, más vale tener una mente sana en un cuerpo enfermizo que una mente enfermiza en un cuerpo sano. En última instancia, los taoístas estarían de acuerdo (así comolos budistas y los estoicos de la Roma antigua). La felicidad duradera emana de tu estado mental, no del os órganos de tu cuerpo. Con todo, es de vital importancia tener un cuidado correcto del cuerpo; algunos consejos básicos incluyen: comer saludablemente, hacer ejercicio regularmente, dormir el tiempo adecuado, tener tiempo de esparcimiento después de haber trabajado e , incluso, respirar adecuadamente, con consciencia de cada inhalación y cada exhalación.

Si tratamos a nuestro cuerpo con amor, podremos ayudar a adquirir bienestar a nuestro entorno, la sociedad, la familia, el planeta y hasta al propio universo, ¿cómo? sencillo: al estar en equilibrio y armonía emanaremos una vibración positiva que contagiará a todo aquel que esté a nuestro alrededor por "efecto domino" (lo que las demás personas decidan hacer con esa energía dependerá de ellas, ya sea que decidan aceptarla o ignorarla). Si aceptamos la responsabilidad de amar y cuidar nuestro cuerpo, seremos capaces de lidiar con la responsabilidad de ayudar a otros a cuidar y amar sus cuerpos.

Es importante, sobre todo para nosotros que nos dedicamos al área de la salud, que no nos descuidemos, ya que, en el sentido estricto, únicamente una persona sana y plena podría ayudar a otra persona a sanar.

No hay más templo que nuestro propio cuerpo, amémoslo, cuidémoslo.

Namaste

Fuente: El poder del Tao, Lou Marinoff